No es extraño que al ver la fotografía de Dalí pensemos en la curiosa personalidad que podría tener este hombrecillo con ojos desorbitados, mirada inquietante y bigote imposible. Esta imagen que siempre lucía el pintor parece ser algo más que una simple pose. Sus ganas de llamar la atención vienen desde muy niño, cuando solía darse contra las columnas si no lo miraban y quería ser Napoleón.
Siendo un adolescente ya imitaba a la perfección a los grandes pintores impresionistas y en 1922 ingresa en la Residencia de Estudiantes, donde el "pintor polaco", como le llamaban sus compañeros, entabló amistad con artistas como Lorca, Buñuel o Pepín Bello. Tal vez en las charlas y fiestas de estos grandes artistas, jóvenes desmadrados por aquel entonces, comenzó a soñar Dalí con elefantes con patas de mosquito, relojes desvanecidos o con la mismísima nariz de Nerón. Una mente como la suya estaba destinada a ser uno de los mayores genios del Surrealismo. Él mismo se autoproclamó el máximo exponente del movimiento que había creado su amigo André Bretón, y quien acabaría expulsándolo del movimiento, no sin antes hacerle un juicio como es debido. En él lo acusaban formalmente de tener un catolicismo delirante, de coquetear con los movimientos fascistas y de tener demasiada ambición. De esta última acusación parece ser culpable, ya que además de ser un gran artista, Dalí fue un gran publicista y el mejor manager de su obra. Su pasión por el dinero hizo que Bretón lo llamara "Ávida dolars", haciendo un anagrama con las letras de Salvador Dalí. Esta fama hizo que a mediados de los setenta, se difundiera el rumor de que Dalí estaba involucrado en la puesta en circulación de miles de hojas en blanco firmadas por el pintor y posteriormente pintadas por otros artistas.
Lejos de estas anécdotas curiosas tenemos la obra impactante y onírica de un genio capaz de expresarse con sus pinturas y esculturas, en el cine de la mano de Alfred Hitchcock, con la moda o con la fotografía. El innegable torrente creativo y la mente privilegiada de Dalí lo llevaron a hacer joyas, vestuarios para obras teatrales o incluso publicidad. Sin ir más lejos, el célebre logotipo de chupachups es creación suya y nadie puede negar que su propia imagen es una marca inolvidable.
Valga esta entrada para recordar su figura y su obra y seguir así agrandando su ego, como él deseaba , allí donde esté.
Os dejamos un enlace donde poder disfrutar de su obra; http://personal.telefonica.terra.es/web/jack/dali/dali.htm
Lejos de estas anécdotas curiosas tenemos la obra impactante y onírica de un genio capaz de expresarse con sus pinturas y esculturas, en el cine de la mano de Alfred Hitchcock, con la moda o con la fotografía. El innegable torrente creativo y la mente privilegiada de Dalí lo llevaron a hacer joyas, vestuarios para obras teatrales o incluso publicidad. Sin ir más lejos, el célebre logotipo de chupachups es creación suya y nadie puede negar que su propia imagen es una marca inolvidable.
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